En un lugar de La Mancha...

Sentada en el tren que nos llevará de Alicante a Madrid, todavía observando el andén, comienzo mi primer artículo para este diario virtual de viaje. Acabo de pegarme una buena plorera al despedirme de mi madre, las despedidas son así, jodidas.

Escribir en este blog va a ser un ejercicio intelectual interesante, únicamente os pido lectores que seáis indulgentes con mis textos, no soy más que una viajera deseosa de compartir sus experiencias con la gente que aprecio.

Ya arranca el tren, ya arranca el viaje!!

Este viaje, preparado cuidadosamente desde hace varios meses, supone un reto personal para nosotros, y es curiosamente, un suenyo de infancia para ambos.

Será, espero, un largo y fascinante viaje... Puedo imaginar momentos de gran alegría y motivación, pero habrá sin duda momentos difíciles, siempre los hay en los largos viajes. Serán meses sin las comodidades con las que contamos en el día a día, nada de la comodidad de tu hogar, ni de tu conocida ciudad, tampoco de tener a los tuyos al lado para que te resuelvan qualquier problemilla... Serán meses de un gran esfuerzo físico también, que me pasará factura obviamente, ya lo sabéis, soy una María Dolores en toda regla (así pues, un seguro médico era ineludible, y además dejo tranquilas a las mujeres de mi familia).

Una de las cosas que me motiva de esta aventura es el hecho de aprender a superarme, a sacar la fuerza que tengo y que anda amuermada justamente por vivir con tantas comodidades. Quiero aprender a no quejarme, a ser fuerte y a disfrutar del esfuerzo. Tan sólo me llevo una comodidad: se llama Al. Él es mi hogar, mi mejor apoyo, mi guía y mi paz. Sin él el viaje simplemente no podría ser.

Pero el viaje ES y empieza hoy. La emoción me invade. En 24 horas estaré abrazando a la persona que me liga al continente latinoamericano, mi padre. Lo estaré abrazando después de tres largos anyos sin haberlo hecho... ya nos tocaba viejo, ya nos tocaba... Y a esa emoción le sumo la del reencuentro con mis hermanos, mis sobrinos, mis tíos y primos, también la del reencuentro con mis amigas y amigos de la infancia, y con la emoción de volver a contemplar cada bello rincón de esta gran ciudad que fue mi casa y, por supuesto, de poder compartirlo todo con mi gran amor.

Gente, próximo artículo desde Buenos Aires!